Se acaban de cumplir (25 de agosto) 100 años del nacimiento de ese personaje poliédrico, fascinante y controvertido, extraordinario y también inaguantable, que fue Leonard Bernstein. Nos dejó, más allá de West Side Story, muchísima música extraordinaria, pero sobre todo nos dejó una capacidad de comunicación excepcional. Tanto en la divulgación (sus magníficos «conciertos para jóvenes») como en la dirección de orquesta. El sello C major acaba de sacar un DVD del mayor interés con Bernstein al frente de la Filarmónica de Viena, en el que dirige sinfonías de Haydn, un músico del que, al margen de lo históricamente informado que hoy prevalece, extraía todo el humor y los contrastes. Una muestra impagable de la capacidad comunicativa de Bernstein es este movimiento final (ofrecido como propina) de la Sinfonía nº 88 de Haydn, dirigido sin utilizar los brazos. Puro lenguaje gestual. Me dirán ustedes: claro, la Filarmónica de Viena no necesita que le marquen las entradas. Muy cierto, pero también lo es que pocos directores dicen tanto con el lenguaje del rostro como el inolvidable maestro norteamericano. Mi consejo es que no dejen pasar este DVD. Es una delicia musical y una lección de comunicación, alegría y vitalidad. Que disfruten.
Pues sería inaguantable, pero expresivo, un rato largo
Inaguantable de carácter. En algunos ensayos se pasaba siete calles
Genial
Hay que ser un genio para poder dirigir de esa manera.
Y eso es justamente lo que era. Dirigir, explicar, componer, escribir… ¡todo lo hacía bien! lo menos que podía era tener un carácter digamos… especial. Pero es un personaje fascinante. Los documentales sobre él, sus cartas, sus explicaciones de las sinfonías de Mahler o Beethoven… sin duda uno de los grandes genios de la música del siglo XX.
Es fantástico!, Rafa!
Todo un ejemplo de dominio!