Escribo esta última nota de reflexión antes de tomarme unos días de descanso porque en medio del continuo despropósito escénico en el que la ópera actual parece desgraciadamente instalada a perpetuidad, con la culpable y prepotente complicidad de casi toda la crítica, el Festival de Bayreuth se acaba de marcar el enésimo disparate. Se estrenaba […]
¿Cómo no le van a dar temblores?
