El joven francés Jean Rondeau (1991), tan atípico en su aspecto e indumentaria como brillante en su talento musical, lleva algún tiempo asombrando a los que seguimos el mundo del clavecín. Recientemente ha dejado al personal boquiabierto con una memorable actuación en la Fundación March en torno a Bach. En su discografía encontramos un disco sensacional sobre música francesa (Royer, Couperin), llamado Vértigo, pero de lo producido hasta ahora es el disco titulado Bach – Imagine el que, al menos a quien esto firma, le ha causado una impresión más profunda. Sorprende este Bach de abrumadora trascendencia y madurez, de un impulso juvenil pero de una belleza extraordinaria y un discurso tan hondo como coherente. Les dejo aquí una muestra bien sabrosa: la conocidísima Chacona de la Partita nº 2 BWV 1004 para violín de Bach en el arreglo que el propio Rondeau ha hecho de la conocida (y endemoniada) transcripción que otro grande, Johannes Brahms, hiciera de la obra para piano (mano izquierda). Elección interesante por cuanto el francés prefiere esta transcripción de Brahms (aunque él «reparta» el trabajo entre ambas manos) a las realizadas por clavecinistas como Mortensen o Leonhardt. https://www.youtube.com/watch?v=_ChKsMjIMFw
Interpretación impresionante, así como la sala de grabación, da la sensación que en cualquier momento se van a caer unos maderos polvorientos encima del clave, ¡ante todo orden! ¡no quiero imaginar cómo puede tener las partituras! Ahora ya comprendo cómo tiene el pelo así después, o antes de tocar el clave…