Rafael Ortega Basagoiti

Presentada la atractiva temporada 2019-20 de la ONE

Apenas pasado el último concierto de la Nacional este fin de semana, con un estupendo Tercer Concierto de Beethoven que contó con Josep Colom como solista y una sobresaliente Séptima de Shostakovich que ha sido grabada para su edición en CD por un sello importante, se ha presentado hoy la próxima temporada de la formación, bajo el título genérico de “Paradigmas”. Veinticuatro programas comprenden el ciclo sinfónico, de los que un tercio corresponden a Afkham, dos al director asociado Mena y otros dos al principal director invitado, Eschenbach, mientras el anterior titular, ahora director honorario, Josep Pons, se encarga de un solo programa.

Respecto a batutas, destacan, además de los citados, las visitas del japonés Eiji Oue, el finlandés Jukka-Pekka Saraste o la francesa Emmanuelle Haïm. Repiten otros nombres conocidos como Simone Young o Krzysztof Urbanski, y el capítulo español incluye a Antonio Méndez, Pedro Halffter Caro (Capriccio para piano y orquesta de Stravinski con Rosa Torres-Pardo y Te Deum del hoy casi olvidado Walter Braunfels), Jordi Bernácer y Diego Martín-Etxeberría (Himno al santísimo sacramento de Messiaen, Sinfonía en do de Dukas y el estreno del Concierto para órgano de Fernando Buide, con la participación de Juan de la Rubia). La nómina de solistas es muy distinguida, con primeras figuras, especialmente en lo que al violín se refiere, con Vilde Frang, Julia Fischer, Frank Peter Zimmermann o Leonidas Kavakos. El apartado español de solistas incluye a nombres destacados como Asier Polo o Rosa Torres-Pardo. Por su parte, en cuanto a estrenos y encargos a compositores españoles también hay buena representación con Jesús Rueda, Fernando Buide, José María Sánchez-Verdú y Josep Planells. En cuanto a programas concretos, hay algunos de indudable atractivo.

Afkham se reserva, como parece lógico, la parte del león, con algunos conciertos que prometen el mayor interés. A la cabeza, un verdadero miura: Tristan e Isolda en versión de concierto que, por su excepcional duración, se ofrecerá solo en dos sesiones (jueves y domingo por la tarde) y en horarios lógicamente inhabituales. El reparto incluye a Petra Lang, Violeta Urmana y Frank van Aken. Otro gran reto, esta vez en el terreno del oratorio, le aguarda con la Misa en si menor de Bach. El tercer programa de los suyos que más interés anticipa es el que incluye la Passacaglia de Webern junto al Concierto para violín de Berg (nada menos que con Frank Peter Zimmermann de solista) y la Cuarta de Brahms, que ya hiciera en ocasión anterior. No le anda a la zaga el que protagoniza otro de los grandes del violín actual, Leonidas Kavakos, que presenta el Concierto para violín de Beethoven, tras el que Afkham dirigirá la Sexta de Bruckner. Menos frecuente, pero también de notable interés, el que cierra la temporada, centrado en la Segunda Sinfonía de Mendelssohn, que cuenta con un terceto solista notable (Julia Kleiter, Maite Beaumont y Maximilian Schmitt) y el curioso complemento del infrecuente Concierto para oboe (Robert Silla como solista) del alemán Ludwig August Lebrun, contemporáneo de Mozart. También es interesante el que combina el Requiem de Mozart con el motete Warum ist das Licht gegeben dem Mühseligen? de Brahms y el Lux Aeterna de Ligeti, así como el que se centra en El Mandarín maravilloso de Bartók junto a Métaboles de Dutilleux y el estreno absoluto de la Sinfonía nº 5 del mencionado Rueda. Elgar está bastante presente en este ciclo, y su Concierto para violín será servido por Vilde Frang en otro de los programas encargados a Afkham, que se completa con la Tercera de Schumann. Mena, tan familiarizado a estas alturas con todo lo británico, ofrece en su primer programa Walton (Obertura Scapino) y Elgar (Concierto para violonchelo, con Asier Polo), sumando después a Janacek (Suite de “La zorrita astuta” y Sinfonietta). En el segundo, retorna a Britten (Cuatro interludios marinos de Peter Grimes) pero repite con Elgar (In the South, Sevillana de Scène Espagnole), aunque quizá el gran atractivo de este programa sea el Concierto para violín de Sibelius con Julia Fischer como solista. El veterano y, al menos recientemente, no demasiado inspirado Eschenbach, abre el fuego de la temporada con la Segunda de Mahler (junto a Marisol Montalvo y Anna Larsson) y lidia después con un programa de enjundia (Sinfonía 104 de Haydn y Quinta de Shostakovich). Bien planteado el infrecuente programa de Pons, con obras de Stravinski (Padre nuestro, Ave María y Edipo Rey) y Poulenc (Letanías a la Virgen Negra). Méndez se enfrenta a la Quinta de Mahler, precedida de un Triple Concierto de Beethoven en el que los solistas son de campanillas (Eberle, Queyras y Melnikov). La australiana Simone Young cuenta con el lujo del flauta solista de la Filarmónica de Berlín, Emmanuel Pahud (Concierto de Khatchaturian) para un programa ruso que se completa con Mussorgski (Preludio de Khovcanschina) y Rimski-Korsakov (Scheherazade). Por su parte, el japonés Oue ofrece otro programa británico, con el infrecuente Dona nobis pacem de Vaughan-Williams y los siempre espectaculares Planetas de Gustav Holst. Más de las islas viene de la mano del peruano Miguel Harth-Bedoya, con El festín de Baltasar de Walton, que acompaña otro estreno absoluto, esta vez de Sánchez-Verdú (Hacia la luz). El polaco Urbanski presenta una página de su poco conocido compatriota Wojciech Kilar (el poema sinfónico Krzesany) junto al Segundo Concierto para piano de Shostakovich (Dejan Lazic al piano) y la Cuarta de Chaikowski. Pekka-Saraste se ocupa del Tercer Concierto para piano de Prokofiev, con la emergente italiana Beatrice Rana, para después ofrecer la Primera Sinfonía de su compatriota Sibelius. El alcoyano Bernácer se enfrenta a otro reto de consideración con la Sinfonía nº 11 de Shostakovich, flanqueada por la brillante obertura de Russlan y Ludmila de Glinka y el Segundo Concierto para violín de Wieniawski (con la madrileña Ana María Valderrama). En órbita por completo diferente, la vital francesa Emmanuelle Haïm, junto a la soprano Lenneke Ruiten, se adentran en un monográfico Handel (Concerto Grosso opus 6 nº 1, Suites 1 y 3 de la Música acuática, y la Cantata “El delirio amoroso”), todo un reto para la orquesta para interpretar una música con criterios históricamente informados. El jovencísimo sueco Klaus Mäkelä se hace cargo de un programa atípico con el iconoclasta organista Cameron Carpenter (Sinfonia concertante para órgano y orquesta de Joseph Jongen, completado con la más habitual Sinfonía Fantástica de Berlioz).

El programa incluye también los habituales “Descubre”, interesantes aproximaciones introductorias a determinadas obras para el público menos conocedor, el ciclo “Satélites”, donde músicos de la orquesta tienen la ocasión de ofrecer muy atractivas veladas camerísticas y algunos “Eventos especiales” que merecen mención específica, como los encargados a Gordan Nikolic (Noche Transfigurada de Schönberg y Segunda de Brahms) o al violonchelista Nicolas Altstaedt (Primer concierto para chelo y Sinfonía nº 80 de Haydn junto al Divertimento para cuerdas de Bartók).

Un ciclo, en suma, de gran atractivo general, con algunas cosas (Tristan, Requiem de Mozart, Mandarín Maravilloso, Segunda de Mendelssohn, los conciertos de Urbanski y Oue, así como los de Saraste, Haïm, Nikolic, las presencias de Kavakos, Zimmermann o Fischer, sobre todo) que hay que procurar no perderse.

Tienen todo el detalle aquí: http://ocne.mcu.es/actualidad/paradigmas

En otro orden de cosas, y en un capítulo más personal, les dejo aquí el enlace del quinto de los seminarios divulgativos sobre la historia del piano y su música, el dedicado a la apoteosis del romanticismo: https://www.youtube.com/watch?v=6rr2Y7JrJNo&feature=youtu.be

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2 thoughts on “Presentada la atractiva temporada 2019-20 de la ONE

  1. Como es habitual, la única música española corresponde a estrenos absolutos. Algo falla. Ni recuperaciones, ni reestrenos, ni siquiera, alguna de las pocas obras de repertorio.

    1. Pues tienes razón sin duda. Pero supongo que hay cierta presión para cumplir cuotas de encargos (si se pone más repertorio y menos estrenos la queja vendría del otro lado…). Y por otra parte, lo cierto, guste o no, es que son las obras del gran repertorio las que consiguen llenar el auditorio. Me llama en cambio la atención la fuerte presencia de música británica: Britten, Elgar, Holst, Walton… Y en eso si se va a repertorio. No sé si va por rachas. Este año hemos tenido larga nómina de estupendos pianistas, y en cambio parece que el año que viene se echa el resto con los violinistas.

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