Hace apenas un mes les apunté que cuando pudiera les contaría de una historia para no dormir con una artista que había ganado una plaza en la Orquesta del Liceu. Tras la autorización de la interesada, aquí va el relato, salpicado con algunos paréntesis del que suscribe, con el ánimo de que, sin perjuicio de […]
Hermanos sí, primos no