Ha pasado el Concierto de año nuevo, y ha ocurrido lo que me temía. Thielemann ha sido víctima en buena medida de los clichés anticipados. La crítica ha juzgado con cierta dureza el evento, en mi opinión de forma desproporcionada respecto a cómo se consideraron las dos contribuciones hace unos años del aburridísimo Franz Welser-Möst. […]
Strauss, la Filarmónica de Viena… por encima
